Cómo ha ido perdiendo poder la piratería musical
Este es un tema que aún siendo mucho menor, sigue siendo un problema hoy en día y afecta a la industria de una de nuestras mayores pasiones, la de la música. En DJP Music School hemos querido hacer honor a la música y a su industria explicando cómo la piratería ha ido deteriorando la escena aún siendo el formato streaming el dominante actualmente.
Los inicios de la piratería musical
En el año 1999, el universitario Shawn Fanning desarrolló un programa inspirado en el intercambio de información P2P. Este programa, que fue elaborado junto a Sean Parker, recibió el nombre de Napster y su objetivo era compartir información, comenzando con los archivos mp3. Esto dio paso a la piratería del siglo XXI.
Este descubrimiento supuso una amenaza para la industria musical y para la industria cultural en general ya que millones de usuarios empezaron a utilizar este programa, lo que derivó en una notable bajada de la compra de discos. En el año 2001 un juez ordenó que sus servidores cerrasen y la empresa en cuestión pagó una indemnización de millones de dólares por la violación de los derechos de autor. Al estar Internet tan presente en la sociedad, aparecieron nuevos programas tan populares como Emule, Ares o Audiogalaxy. En 2009 la mayor parte del consumo cultural se realizaba a través de descarga ilegal. Este problema supuso un cambio en la situación de los artistas, distribuidoras, sellos y discográficas, que comenzaron a buscar una nueva forma de actuar y de relacionarse con su público.
El aumento de los servicios ‘stream-rippin’
Cuando las primeras plataformas de streaming musicales comenzaron a desarrollarse, hace más de 10 años, se creían que iban a ser la solución a los problemas de la piratería pero apareció un nuevo concepto denominado ‘stream ripping’, que es la extracción de una pista de una plataforma para después convertirla en un archivo descargable, siendo esta la forma de piratería con mayor crecimiento, siendo utilizada por tres de cada 10 consumidores de música online. La PRS, la sociedad de derechos de autor británica, realizó un estudio en el que mostraban que del 2016 al 2019 se evidenció que este tipo de programas aumentó en un 1390% en este período de tiempo. Ese mismo estudio reveló que las páginas de piratería musical representaban, nada más y nada menos, que el 80% de las webs británicas que infringían los derechos de autor.
En la primera posición de las plataformas legales más pirateadas se encuentra YouTube, seguido de Spotify, la cual ha tenido que combatir de diferentes formas a estafadores que usan bots para alterar el algoritmo.
La piratería pierde la batalla
Pero a raíz del año 2019 las cosas empezaron a cambiar. Desde este año varios estudios indican que las tasas de piratería musical han ido descendiendo a su porcentaje más bajo. Aún teniendo delante estos datos esperanzadores, la Federación Internacional de la Industria Fonográfica realizó en ese mismo año una encuesta para comprobar cuántos usuarios seguían descargando música sin licencia, consiguiendo un 23%, por lo que aún supone un problema para el sector.
A pesar de estos datos, es una realidad que la piratería ha ido perdiendo mucha fuerza con el paso del tiempo gracias a que los usuarios ven valor a plataformas como Spotify, Tidal o Apple Music.
Se ha observado un incremento en usuarios de plataformas musicales que presentan una edad más avanzada, mostrando que son programas al alcance de todo el público. El auge de estas plataformas es muy real y ha cambiado la mentalidad de la gente a la hora de consumir música, si en 2019 las personas que consumían musical de forma ilegal constituían un 23% en 2018 constituían un 32%.
Fuente: Statista (2021)
Las leyes de antipiratería consiguen ganar terreno
Al ser la piratería un negocio ilegal que ha hecho perder mucho dinero al sector, se han incrementado con el tiempo los castigos por esta práctica y es algo que se ha visto reflejado en las leyes de antipiratería. Organizaciones como la Asociación de Industria Discográfica de Estados Unidos se encargan de proteger la propiedad intelectual de sellos discográficos, distribuidoras y artistas. Según el país varía las leyes y las infracciones.
Muchas personas indican que la piratería musical ya no está en el día a día de las personas, ya que la forma de consumir ha cambiado totalmente y parece que se ha conseguido el objetivo de cuidar el sector a través de diversas alternativas.
Y tú, ¿cómo consumes la música?
Desde DJP Music School te deseamos un genial día de la música, que lo pases escuchando lo que más te gusta y descubriendo nuevos estilos y artistas.
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